Durante una ceremonia en el Parlamento australiano, donde participó del rey Carlos III de Inglaterra, la senadora independiente, Lidia Thorpe, increpó al monarca por el genocidio en Australia. “¡Usted no es nuestro rey!” y “¡esta no es su tierra!”, expresó.
“Han cometido un genocidio contra nuestro pueblo. Devuélvannos nuestra tierra. Devuélvannos lo que nos robaron: nuestros huesos, nuestros cráneos, nuestros bebés, nuestra gente”, señaló la senadora.
De acuerdo a los medios locales, la acción de Thorpe, simbolizó la protesta contra la colonización y en defensa de los derechos indígenas, reflejando la tensión existente en Australia sobre la monarquía inglesa y su historia colonialista.
La época de sometimiento colonial de Australia representa el proceso en el que los británicos establecieron control armado sobre el continente a partir de 1788, lo que tuvo un impacto devastador en las comunidades nativas.
La invasión de los europeos resultó en la pérdida de tierras, la imposición de nuevas estructuras sociales y económicas, y la desintegración de culturas ancestrales.
Soberanía indígena y reconocimiento de derechos históricos
Esta imposición colonial continúa generando tensiones en la sociedad australiana actual, donde se plantean cuestiones sobre la soberanía indígena y el reconocimiento de derechos históricos.
Posterior a la protesta contra el Rey Carlos III, Thorpe difundió un video en el que reiteró su llamado a la firma de un tratado con las Primeras Naciones, como un paso esencial antes de que Australia sea proclamada como República.
En el video, subrayó que “la Corona invadió este país y nunca hemos cedido la soberanía de estas tierras” y precisó que un tratado debe ser fundamental para establecer una nación soberana.