El presidente de EEUU, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que impone un arancel universal del 50 % a las importaciones de productos semiacabados y derivados del cobre.
La medida, que entra en vigor el 1 de agosto, afecta productos como tubos, alambres, láminas, varillas, conectores, accesorios para tuberías y componentes eléctricos con alto contenido de cobre.
Según el documento, los aranceles se aplicarán únicamente al contenido de cobre de los productos. Cualquier parte no relacionada con ese metal seguirá sujeta a aranceles recíprocos u otras tarifas vigentes.
El decreto excluye de la nueva política a las materias primas y la chatarra de cobre, que no estarán sujetas ni al nuevo arancel ni a medidas recíprocas.
La Casa Blanca justificó la decisión como parte de un esfuerzo para reducir el déficit comercial y frenar lo que considera una “dependencia insostenible” de insumos clave del extranjero.