Los nódulos polimetálicos del lecho marino podrían integrarse a las reservas estratégicas de EE.UU., junto al petróleo y otros metales.
Los nódulos polimetálicos del lecho marino podrían integrarse a las reservas estratégicas de EE.UU., junto al petróleo y otros metales.

La administración de Donald Trump planea emitir una orden ejecutiva para acumular reservas estratégicas de nódulos polimetálicos extraídos del fondo marino del océano Pacífico. Según reporta el Financial Times, el objetivo es contrarrestar la influencia china en el mercado global de minerales críticos.

Estos metales, formados durante millones de años en las profundidades oceánicas, contienen elementos como cobalto, níquel, manganeso y cobre. Su uso es clave en la fabricación de baterías, sistemas eléctricos, armamento y tecnologías de transición energética.

La medida responde al creciente dominio de China sobre el suministro y procesamiento de tierras raras. Washington considera que las recientes restricciones impuestas por Pekín a sus exportaciones constituyen una forma de «coacción económica» que debe ser enfrentada con mayor autosuficiencia.

El plan de Trump busca acelerar la minería en aguas internacionales y fortalecer la capacidad de refinación en territorio estadounidense. En línea con esta estrategia, su administración ha promovido acuerdos de minerales con países como Ucrania, sugerido la compra de Groenlandia y ofrecido incentivos a la producción nacional.

No obstante, la iniciativa enfrenta obstáculos legales. EE.UU. no ha ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, que regula la minería submarina, ni ha participado activamente en los marcos multilaterales que la supervisan.