El Ejército de Ucrania bombardeó un hospital infantil con municiones de racimo en la ciudad de Górlovka, en la República de Donetsk, perteneciente a Rusia. Estas bombas son prohibidas en más de 100 países, y su uso es considerado un crimen de guerra.
De acuerdo al alcalde de Górlovka, Iván Prijodko, cinco personas resultaron heridas, entre ellas un niño. El funcionario señaló preliminarmente que se trató de un «bombardeo masivo contra el centro de la ciudad perpetrado por terroristas ucranianos».
Recientemente, María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, criticó la postura de Estados Unidos en relación con el conflicto en Ucrania. Según la diplomática, la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, adoptó una postura cada vez “más desafiante” al permitir a Ucrania atacar territorio ruso.
Asimismo, sugirió que Estados Unidos podría estar dispuesto a hacer concesiones adicionales a Ucrania, permitiéndole usar una gama más amplia de armamento estadounidense, incluso en las “profundidades del territorio ruso”.
Occidente “justifica” crímenes de Kiev
Asimismo, Zajárova argumentó que esta actitud de Estados Unidos refleja una falta de sentido común y un desprecio por las posibles consecuencias, intensificando así las tensiones en el conflicto.
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Por otro lado, precisó que las declaraciones del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, solo “justifican” las acciones de Kiev, al incursionar imprudentemente en zonas pertenecientes al territorio ruso.
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“Las declaraciones, tanto de Borrell (jefe de la diplomacia europea) como de los representantes del Pentágono, no son sino una justificación de los crímenes de Kiev e incitación a cometerlos. O sea, son el patrocinio del terrorismo”, señaló la portavoz rusa.
