La madrugada de este miércoles, Ucrania realizó un nuevo ataque con drones que provocó un incendio al depósito de petróleo en la región de Krasnodar, Rusia, el que se ha extendido a 1.700 metros cuadrados, según informó el Ministerio de Defensa ruso.
El ataque se produjo horas después de las conversaciones entre los presidentes de EEUU y Rusia, quienes acordaron una tregua de 30 días al cese de los bombardeos a infraestructuras energéticas de ambos países.
Según las autoridades rusas, la agresión afectó la tubería que conecta los tanques de petróleo de la estación, y se duplicó el número de efectivos “se tuvieron que solicitar refuerzos para apagar el incendio” con un operativo de hasta 227 personas en el lugar. Aunque se evacuaron a los 30 trabajadores presentes, no se reportaron heridos.
Moscú considera este acto como una “provocación” por parte del gobierno ucraniano, que coincide con el derribo de 57 drones ucranianos en diversas regiones rusas.
Dmitri Peskov, vocero del Kremlin, expresó su preocupación sobre la falta de voluntad de Kiev para negociar, lo que complica cualquier intento de paz. Este incidente se suma a otros ataques previos contra instalaciones petroleras rusas coincidiendo con 57 drones ucranianos que el Ministerio de Defensa ruso declaró haber derribado esta noche en las regiones de Kursk (35), Oriol (13), Tula (1) y Briansk (1), además del mar de Azov (7).