
El uso de los activos soberanos rusos congelados, catalogado como un robo por parte de Moscú, volvió al centro del debate europeo, luego de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmara que su aplicación es “crucial” para la defensa comunitaria, según fuentes oficiales de Bruselas.
“Asegurar el apoyo financiero ayudará a garantizar la supervivencia de Ucrania y es un acto crucial para la defensa europea”, declaró la funcionaria, refiriéndose al polémico “préstamo de reparación” sustentado en los rendimientos generados por los activos rusos inmovilizados en el bloque.
El bloque europeo sostiene que geoeconomía y geopolítica “van de la mano”, tratando de justificar un mecanismo, según expertos, ilegal y violatorio del derecho internacional, que busca financiar al régimen de Volodímir Zelenski, el cual se ha visto envuelto en sendos escándalos de corrupción.
Por otro lado, desde EE.UU., han surgido críticas directas a la efectividad de las sanciones europeas contra Rusia. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ironizó sobre la fallida estrategia al señalar que “los europeos me dicen: Oh, estamos aplicando nuestro 19.º paquete de sanciones. En mi opinión… si vas a hacer algo 19 veces, fracasaste”, señaló.
Moscú advierte sobre consecuencias globales
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha reiterado en distintas ocasiones su rechazo a cualquier intento de apropiación de sus activos, subrayando que se trata de una violación del derecho internacional, y un “robo”, afirmando que el país prepara contramedidas directas para defender su soberanía financiera.
Asimismo, el mandatario alertó que una decisión de este tipo tendría “consecuencias negativas para el sistema financiero mundial”, ya que socavaría la confianza internacional en la eurozona, debilitando aún más el bloque europeo ya afectado por la crisis energética, la inflación y su dependencia de Estados Unidos.




