El balotaje entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado estaría programado para finales de noviembre, según la Corte Electoral con sede en Montevideo.
El balotaje entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado estaría programado para finales de noviembre, según la Corte Electoral con sede en Montevideo.

Uruguay se prepara para una segunda vuelta electoral, luego que ningún candidato lograra alcanzar la mayoría absoluta necesaria para acceder a la presidencia.

El balotaje programado para finales de noviembre, enfrentará al candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, y el candidato del Partido Nacional, Álvaro Delgado.

Según los resultados publicados por la Corte Electoral, Orsi obtuvo el 43,94% de los votos, superando al 26,77% de Delgado y al 16,03% del candidato colorado Andrés Ojeda.

No obstante, el órgano electoral informó que cerca de dos millones 727 mil ciento veinte uruguayos, votaron en las elecciones nacionales, marcando una histórica participación del 88,1%.

Las encuestas mostraban que el candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, tenía buenas posibilidades de captar votos, aunque no suficientes para ganar en primera vuelta.

Orsi fue considerado por José Mujica, expresidente de Uruguay, como un posible sucesor para la izquierda, por tener una amplia trayectoria política marcada por su activismo en el Frente Amplio durante 1985 y posteriormente al Movimiento de Participación Popular.

Elecciones parlamentarias y votación a plebiscitos

Por otro lado, se definió la composición del Parlamento, para el período 2025-2030. En la votación, los ciudadanos eligieron a los candidatos para la Cámara de Senadores, que tiene 30 miembros más el vicepresidente, y para la Cámara de Diputados, compuesta por 99 escaños.

De igual manera, la votación no solo se centró en las elecciones presidenciales, sino que también incluyó la consideración de dos plebiscitos. El primero fue una enmienda constitucional impulsada por la Central de Trabajadores, que proponía eliminar los fondos de pensión.

Asimismo, un segundo plebiscito, promovido por el oficialismo uruguayo, buscaba aprobar los allanamientos nocturnos como una medida de seguridad, ya que actualmente la Constitución uruguaya prohíbe tales acciones de investigación en esas horas.