El Gobierno de Venezuela condenó la masacre de al menos 91 palestinos durante una supuesta entrega de ayuda humanitaria en Gaza, denunciando que se trató de una operación deliberada por parte de Israel, encubierta como asistencia.
El canciller venezolano Yván Gil calificó el hecho como una “emboscada mortal contra un pueblo hambriento, sitiado y bombardeado sin tregua”, afirmando que el uso de alimentos como señuelo representa “uno de los crímenes más despreciables de este siglo”.
“No se trató de un ‘incidente’, sino de una operación deliberada de exterminio, protegida por la impunidad que le otorgan la inacción del sistema multilateral”, denunció Gil.
Según datos del Ministerio de Salud de Gaza, 91 palestinos fueron asesinados y al menos 820 resultaron heridos, mientras se acercaban al único punto habilitado en el norte de Gaza para el ingreso de suministros.
Por su parte, médicos del hospital Al Shifa confirmaron que 60 cuerpos sin vida fueron trasladados a ese centro tras el ataque.
Venezuela exige en la ONU fin del apoyo de EEUU a Israel
Durante la Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre la Cuestión de Palestina, el representante permanente alterno de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, Joaquín Pérez, instó a la comunidad internacional a tomar medidas firmes para detener la ocupación israelí y garantizar justicia para el pueblo palestino.
En nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU, Pérez exigió el fin del respaldo incondicional de EEUU a Israel, que se expresa tanto en su veto sistemático en la ONU como en el suministro continuo de armas y financiamiento a la ocupación.
“El compromiso con Palestina no puede seguir limitado a discursos”, declaró el representante venezolano insistiendo en que solo una solución basada en el derecho internacional y los principios de la ONU podrá llevar a una paz justa y duradera.