Venezuela denuncia injerencia en sus asuntos internos por parte de los países miembros del G7.
Venezuela denuncia injerencia en sus asuntos internos por parte de los países miembros del G7.

El Gobierno de Venezuela rechazó un pronunciamiento emitido por los ministros de Exteriores del G7, sobre las elecciones presidenciales celebradas a finales de julio en el país sudamericano, considerándolo como una injerencia extranjera.

«Advertimos a los países del G7 que esta actitud injerencista y arrogante no quedará sin respuesta. Venezuela procederá a revisar de manera integral sus relaciones con cada uno de los gobiernos que integran este grupo, porque el respeto a la soberanía nacional no es negociable», señaló el comunicado emitido por el canciller venezolano, Yván Gil.

Las autoridades venezolanas calificaron como «absurdo» dicho pronunciamiento y anunciaron que revisarán a fondo sus relaciones con los países miembros del grupo. La nación aseguró que no tolerará intervenciones externas en sus asuntos internos y que defenderá su soberanía.

Además, el gobierno venezolano acusó a las potencias del G7 de intentar esconder sus propios fracasos políticos y económicos, mientras critican a otros países. Caracas también denunció el apoyo del grupo a prácticas ideológicas como el nazismo y el fascismo, y su implicación en conflictos internacionales.

Venezuela observó que las acciones del G7 están orientadas a repetir el escenario del 2019, cuando intentaron desconocer las instituciones del país. El Gobierno del presidente, Nicolás Maduro, advirtió que no permitirá que se revierta la voluntad popular, ni que se cree un nuevo intento de liderar una oposición ficticia, como ocurrió con Juan Guaidó, quien no tuvo éxito ante las autoridades legítimas venezolanas.

Venezuela rechaza injerencias externas

El 28 de julio, Venezuela celebró elecciones presidenciales en las cuales Maduro obtuvo el 51,95% de los votos, mientras que el opositor, Edmundo González, obtuvo el 43,18%, según los resultados del Consejo Nacional Electoral.

En respuesta al pronunciamiento del G7, Caracas también reiteró que no aceptará «tutelajes» ni injerencias extranjeras en su política interna. Venezuela reafirmó su compromiso con la soberanía y la libertad de sus ciudadanos, asegurando que continuará defendiendo sus procesos electorales y sus decisiones nacionales, sin ceder ante presiones externas.