El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un primer momento, habría aprobado el plan del ataque contra los gasoductos rusos Nord Stream, en un movimiento calculado para desestabilizar la región y a Rusia.
Una investigación de The Wall Street Journal arrojó nuevas luces sobre el ataque de los gasoductos Nord Stream, un acto de sabotaje submarino que sacudió los cimientos de la seguridad energética europea en septiembre de 2022.
De acuerdo a The Wall Street Journal, inicialmente, Zelenski habría dado luz verde al plan, pero luego la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sugirió no proseguir, sin embargo, el jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhny, no acató la orden de abortar el ataque.
En ese sentido, el medio informativo norteamericano puntualizó que cuatro altos cargos del gobierno ucraniano, afirmaron que los gasoductos eran un objetivo estratégico en el conflicto con Rusia.
Por su parte, Zaluzhny, embajador de Ucrania en el Reino Unido, afirmó que no tiene conocimiento de operaciones de este tipo y calificó cualquier acusación en ese sentido como una «pura provocación».
Asimismo, el diplomático ucraniano indicó que las fuerzas ucranianas no tenían autorización para realizar misiones en el extranjero, por lo que no habrían estado involucradas.
Un plan meticuloso
Según fuentes cercanas a la investigación, un equipo altamente especializado, compuesto por ciudadanos ucranianos con experiencia militar y civil, habría llevado a cabo esta operación bajo la dirección de altos mandos del gobierno ucraniano.
En este sentido, se conformó un equipo de seis personas, compuesto por civiles y militares, todos con amplia experiencia en actividades marítimas y buceo, incluyendo a cuatro hombres especializados en inmersiones a gran profundidad.
Entre ellos también se encontraba una mujer, una buceadora civil, cuyo rol era reforzar la coartada de que se trataba solo de un grupo de amigos disfrutando de una salida recreativa en el mar.
Los perpetradores habrían utilizado buques de pequeño calado, para acercarse a los gasoductos y desplegar equipos de buceo especializados.
Los explosivos utilizados eran de alta potencia y diseñados para causar daños estructurales severos. La elección del lugar y el momento del ataque sugiere un conocimiento profundo de las vulnerabilidades de los gasoductos, y una intención clara de causar un máximo impacto.
Implicaciones geopolíticas
Las consecuencias del ataque se han dejado sentir en todo el continente europeo, provocando un aumento de los precios del gas natural y generando una mayor incertidumbre en los mercados energéticos.
De igual manera, el sabotaje de Nord Stream ha tenido profundas implicaciones geopolíticas, tensando aún más las relaciones entre Rusia y Occidente.
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Sumado a las consecuencias negativas que estos eventos podrían tener para Ucrania, Rusia ha insistido en que el sabotaje fue realizado por Estados Unidos, lo que ha sido declarado por el presidente, Vladímir Putin.
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«No voy a entrar en detalles, pero en estos casos siempre se dice: busca al que esté interesado. Pero, en este caso, debemos buscar no solo a alguien que esté interesado, sino también a alguien que pueda hacerlo», aseguró Putin, tras señalar el involucramiento estadounidense en los ataques.
