Durante la cumbre del G7 celebrada en Italia del 13 al 15 de junio, el presidente estadounidense Joe Biden ha sido objeto de atención mediática debido a ciertos incidentes que han generado especulación sobre la salud del mandatario.
Desde su llegada a Italia, el presidente Biden recibió asistencia de líderes presentes en el evento en varias ocasiones, para orientarse en las dinámicas de la cumbre.
Durante su encuentro con la primera ministra italiana Giorgia Meloni, se observaron gestos fuera de lugar por parte del presidente, incluido un saludo militar que fue interpretado de manera negativa por algunos asistentes.
Además, durante una demostración de paracaidismo, el presidente Biden se apartó momentáneamente del grupo, lo cual fue corregido por Meloni para reintegrarlo al evento principal.
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En otro momento de la cumbre, se observó al primer ministro británico, Rishi Sunak, y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, guiando a Biden después de que al parecer consultara sobre la dirección que debía tomar.
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En este sentido, el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Andrew Bates, se refirió acerca de estos incidentes, señalando que el presidente se había separado brevemente del grupo para felicitar a un paracaidista con un gesto positivo. Bates destacó que la cobertura mediática parcializada «no reflejó adecuadamente» el contexto completo de estos momentos.
