En las Islas Marshall, Estados Unidos perpetró uno de los más atroces crímenes contra los pueblos originarios y el ecosistema de un territorio.
Este sitio ubicado en una zona recóndita del mundo, sería el escenario de 67 pruebas de armas nucleares ejecutadas por el Ejército de Estados Unidos, en el extranjero, entre 1946 a 1958.
Sesenta años después, las consecuencias de estas acciones nucleares han dejado un desastre para la humanidad, con catastróficos niveles de radiación, registrándose un índice de cáncer extremadamente alarmante.