Brasil investiga las causas de un intento fallido de atentado con explosivos en la Corte Suprema, ocurrido en la Plaza de los Tres Poderes, a pocos días de la cumbre del G20 en el país, anunciaron las autoridades.
La zona fue sacudida por tres explosiones: dos ocurrieron frente al Tribunal Supremo y otra en el estacionamiento de la Cámara de Diputados.
El atacante, identificado como Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, intentó ingresar al Supremo Tribunal Federal (STF) con explosivos adheridos a su cuerpo. Luiz murió en el incidente, y su cuerpo fue retirado del lugar.
Según informes de la prensa local, también se hallaron materiales explosivos, ladrillos y otros objetos contundentes en el maletero de un vehículo en llamas cercano a la zona legislativa.
El ataque ocurrió mientras la Cámara de Diputados de Brasil votaba una propuesta de enmienda constitucional para eximir a las iglesias del pago de impuestos, una sesión que fue suspendida inmediatamente tras las explosiones.
🇧🇷Explosiones cerca de la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, dos frente al Tribunal Supremo y una en el aparcamiento de la Cámara de Diputados. El ataque tuvo lugar mientras la Cámara estaba votando una propuesta de enmienda constitucional sobre la exención de impuestos para… pic.twitter.com/GPhzcCONKH
— JP+ (@jpmasespanol) November 14, 2024
“La Policía Federal está trabajando rigurosamente para esclarecer rápidamente los motivos de las explosiones”, expresó en un comunicado el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski.
Asimismo, el Gabinete de Seguridad Institucional, encargado de la protección del Palacio de Planalto, se desplazó rápidamente tras escuchar las detonaciones. Los bomberos confirmaron el hallazgo de un cuerpo sin vida frente al Tribunal.
Perfil del sospechoso
Se confirmó que el vehículo implicado pertenece a Francisco Wanderley Luiz, quien en 2020 intentó, sin éxito, obtener un cargo como concejal por el Partido Liberal en Rio do Sul, estado de Santa Catarina.
Según los medios brasileños, Luiz se desempeñaba como cerrajero y vendedor ambulante, y se presentaba en redes como empresario e inversor.
En publicaciones recientes, insinuó posibles atentados contra instituciones políticas y llegó a compartir una foto en el STF con el mensaje: “Han dejado entrar al zorro en el gallinero”, seguido de advertencias que generaron inquietud.