El alto el fuego entre Israel y el grupo chií Hezbolá en el Líbano está a punto de expirar en medio de ataques y desconfianza.
“No se puede confiar en el enemigo israelí, tememos que no efectúe la retirada total”, se lee en un comunicado publicado por la presidencia libanesa.
El pacto, vigente desde el 27 de noviembre, establecía la retirada de Israel y la reubicación de Hezbolá al norte del río Litani, además del despliegue del Ejército libanés en el sur.
Sin embargo, las autoridades libanesas denunciaron continuos bombardeos israelíes, que en los primeros 60 días del cese de fuego, asesinaron a 57 civiles y destruyeron 260 viviendas, según reportes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En ese sentido, el presidente de Líbano Joseph Aoun ha pedido a EE.UU., Francia y la ONU presionar a Israel para que cumpla con su compromiso.
🇵🇸Hamás condenó el ataque israelí en Rafah que dejó tres policías gazatíes muertos mientras aseguraban la entrada de ayuda humanitaria, calificándolo de "traicionero" y una violación al alto el fuego. pic.twitter.com/TR4rw1909T
— JP+ (@jpmasespanol) February 17, 2025
El alto el fuego inicial venció el 26 de enero, con un saldo trágico de 24 muertos y 120 heridos cuando los residentes intentaron regresar a sus hogares.
Estados Unidos extendió la tregua hasta el 18 de febrero para dar margen a las partes a cumplir sus compromisos, pero Líbano advirtió que Israel podría usar las prórrogas para mantener su presencia en el país.