La medetomidina, un sedante usado en animales, está ganando popularidad en las calles de Estados Unidos y preocupa a los profesionales de la salud.
Según el doctor Michael Lynch, director médico de la Universidad de Pittsburgh, este fármaco “está presente en la mitad o las tres cuartas partes del suministro de drogas».
Esta sustancia, utilizada normalmente para tranquilizar a perros y gatos, es hasta 200 veces más potente que la xilancina.
Sus efectos en humanos incluyen sedación profunda, confusión, alteraciones cardíacas y presión arterial elevada.
El síndrome de abstinencia de la medetomidina
El síndrome de abstinencia que genera esta droga “es extremadamente agresivo y difícil de tratar”. Según Joshua Shulman, director del Centro de Toxicología de Pittsburgh, la situación es más grave que con otras adicciones, como las de opiáceos o alcohol.
Además, la medetomidina se mezcla con otras drogas peligrosas, como fentanilo, lidocaína y heroína, lo que incrementa el riesgo de sobredosis y complicaciones.
Desde su primer caso registrado en Maryland en 2022, la droga ha ido apareciendo en diversas ciudades, como Filadelfia y Pittsburgh. Las autoridades siguen alertando sobre el creciente peligro que representa para la salud pública.