En el corazón palpitante de Managua, una nueva casa para el alma abre sus puertas: el Centro Cultural “Salomón de la Selva”. Su inauguración, será el 17 de julio, como una promesa que se alza en saludo al 46 aniversario de la Revolución Sandinista, canto a la memoria y a la esperanza.
Este centro es un territorio sembrado de libros, ritmos, pinceles y voces. Un lugar donde la palabra toma vuelo y el arte se convierte en puente entre generaciones. Allí, la lectura no es obligación, sino abrazo; y la música, un idioma que todos entienden.
Con más de 7,000 libros esperando ser descubiertos, salas divididas por edades, talleres de lectoescritura, círculos de lectura y hasta un Bibliobús que cruzará caminos para llevar letras hasta zonas rurales, este centro será un faro para las comunidades. Un rincón donde cada niño, cada joven o adulto, podrá encontrar su espacio para conectar.
El Instituto de las Culturas de Pueblos y Juventudes y el Inatec lo inaugurarán como una “casa abierta al talento, a la memoria y a la esperanza”. Y no exageran: en su interior resonarán tambores de danza, narraciones orales, escenas teatrales, cantos populares y sueños pintados en murales.
Bautizado con el nombre del gran poeta nicaragüense Salomón de la Selva —quien hizo de la palabra una trinchera—, este espacio está llamado a ser un semillero de cultura viva, donde la revolución se expresa en libros, en cuerpos que danzan, en voces que no se apagan.
Se estima que en el primer semestre más de 5,000 personas serán tocadas por esta ola de arte y lectura, y visiten el centro. Porque donde florece la palabra… también florece el pueblo.