La creciente dependencia de los combustibles fósiles, ha puesto en peligro la salud y el bienestar de la humanidad, del mismo modo, que «ha empujado a una crisis mundial de energía y costo de vida», según un estudio de la revista The Lancet.
«El uso persistente de esta materia ha intensificado los impactos del cambio climático, que amenaza la salud y agrava las crisis simultáneas de la energía, el coste de la vida, los alimentos y la COVID-19. Sus consecuencias son cada vez peores», apunta el estudio.
Los mercados de combustibles fósiles volátiles e impredecibles y las cadenas de suministro frágiles, socavan la salud mundial, resume el informe publicado.
Asimismo, la investigación plantea que el cambio climático «está socavando todas las dimensiones de la salud global», agrega, además que de 2021 al 2022, «los fenómenos meteorológicos extremos causaron devastación en todos los continentes».
Te puede interesar: Petróleo sintético ¿La salvación ante el cambio climático?
Producto de los constantes cambios en el clima, la propagación de enfermedades infecciosas, están «poniendo en riesgo a las poblaciones con enfermedades emergentes y co-epidémicas», añade el informe.
El cambio climático ataca a poblaciones vulnerables
El rápido incremento de la temperatura media global que ya es de 1,1 °C, más alta que el promedio preindustrial, llevó a muchas «poblaciones vulnerables», entre adultos mayores y niños, a estar expuestas a 3,7 mil millones más de días de olas de calor en 2021.
Por otra parte, las muertes relacionadas con el calor aumentaron un 68 %, en el último siglo, «un número de muertes que se vio significativamente exacerbado por la confluencia de la pandemia de la COVID-19», confirma el estudio.
Tras brindar su valoración sobre el informe, que fue elaborado por expertos de distintos organismos internacionales, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que la «crisis climática nos está matando» y ha pedido a la COP27 adoptar «medidas climáticas que coincidan con la escala del problema».
«Las pérdidas económicas provocadas por los efectos del cambio climático han aumentado la presión sobre las familias» que también se ven afectadas por el crecimiento de la transmisión del dengue, en un 12 %, entre 2012 a 2021; y la malaria, que ha aumentado un 32% en las zonas montañosas de América y un 15 % en África.
Volver al carbón, una alternativa para salir de la crisis de los combustibles
A medida que varios países se encuentran en crisis de petróleo y el gas, producto de las sanciones occidentales a Rusia, la quema de combustibles fósiles ha elevado, «algunos han vuelto al carbón», pero esto, «agrava aún más esta situación», del cambio climático, remarca el estudio denominado: «La salud a merced de los combustibles fósiles».
«Los gobiernos de los países analizados, continúan incentivando la producción y el consumo de combustibles fósiles en un 69 -80 por ciento», por tanto, «urge implementar una acción intersectorial rápida, decisiva y coherente para proteger la salud humana de los peligros del clima que cambia rápidamente», sugiere el informe.