Protestas en Haití rechazan la nueva misión internacional autorizada por ONU.
Protestas en Haití rechazan la nueva misión internacional autorizada por ONU.

La Articulación de Movimientos Sociales y Populares hacia el ALBA (ALBA Movimientos) denunció este viernes la intervención militar contra Haití impulsada por Estados Unidos con complicidad del gobierno de Panamá. La organización calificó el despliegue como una ocupación encubierta que profundiza el control neocolonial sobre el pueblo haitiano.

«No es ayuda, es ocupación. No es estabilidad, es sometimiento. Las misiones de la ONU están presentes en Haití de manera continua desde 1992 hasta la actualidad y contribuyeron a agravar la crisis con su alianza con las fuerzas reaccionarias de extrema derecha», declaró ALBA Movimientos. La articulación subrayó que se trata de la continuación de un proyecto imperialista que por siglos ha buscado estrangular la voluntad haitiana.

Una nueva invasión a una tierra que no se doblega

La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 30 de septiembre de 2025, que despliega 5.500 efectivos militares y civiles, fue denunciada como un mecanismo para sustituir una fuerza de ocupación por otra. ALBA Movimientos enfatizó que bajo el pretexto de la seguridad se consolida el dominio sobre una nación que jamás se ha doblegado, invadiendo nuevamente las tierras sagradas de Jean-Jacques Dessalines.

La Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS), encabezada por Kenia como Fuerza de Eliminación de Pandillas, fue identificada como una iniciativa promovida por Estados Unidos junto a Panamá. La organización demandó reparación, restitución y justicia por siglos de colonialismo, explotación y racismo, exigiendo respeto irrestricto a la soberanía haitiana.

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ALBA Movimientos insistió en que Haití vive una de las crisis más profundas de su historia, con más de 1,3 millones de desplazados, 6 millones en inseguridad alimentaria y 3 mil asesinatos en el primer semestre de 2025. «Estas atrocidades son consecuencia directa de un sistema colonial que nunca ha permitido al pueblo haitiano decidir su propio destino», subrayó la organización. La articulación convocó a todas las organizaciones sociales del mundo a movilizarse en defensa de un Haití soberano y exigió el fin inmediato del CORE Group, mecanismo de injerencia que legitima el proyecto imperialista. Simultáneamente, demandó a los gobiernos de Brasil, Canadá, Francia, Estados Unidos, Alemania y España retirarse de este grupo y ponerse del lado de la dignidad haitiana.