Distintos líderes en el hemisferio coinciden en el inicio de un Nuevo Orden Mundial, donde el papel de América Latina es clave para la consolidación del multipolarismo, y en el que el sistema unipolar se derrumba ante las nuevas condiciones sociopolíticas y económicas que demanda la humanidad.

Las medidas tomadas por Occidente en el contexto del conflicto entre Rusia y Ucrania, ha derivado en una crisis energética, inflacionaria y alimentaria, que ha afectado principalmente a la economía de la Unión Europea, y ha desencadenado consecuencias en los mercados alimentarios y energéticos globales, donde Latinoamérica no es la excepción.

Analistas políticos, apuntan a que las acciones ejecutadas por Occidente, ocasionan consecuencias devastadoras en los países de América Latina y el Caribe, sumado a la presión de Washington y la Unión Europea por pretender imponer sus intereses en las relaciones diplomáticas, políticas y económicas de los gobiernos de la región.