Barrios enteros han sido borrados del mapa en Gaza, mientras el mundo es testigo de la aniquilación de toda una generación, denunció el comisionado general de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA), Philippe Lazzarini.
“Lo que ocurre en Gaza va más allá de un desastre humanitario y representa, de hecho, una profunda crisis para el orden mundial basado en las leyes y principios de los derechos humanos”, advirtió Lazzarini.
Durante su intervención en la Conferencia de Emergencia de Estados, celebrada en Bogotá, Lazzarini señaló que la ofensiva israelí ha causado la muerte de cientos de trabajadores humanitarios de la UNRWA.
Asimismo, afirmó que la distribución de ayuda está prácticamente paralizada y que los civiles permanecen desprotegidos frente a los ataques constantes.
Mientras tanto, la población que intenta buscar alimentos es blanco de disparos, evidenciando un patrón sistemático de violencia contra civiles.
Denunció que más del 70% de los medicamentos esenciales han sido destruidos y que, en algunos hospitales, hasta cinco recién nacidos deben compartir una sola incubadora.
El personal médico trabaja bajo condiciones extremas y sin insumos básicos para salvar vidas.
En el enclave palestino, hasta la fecha, se contabilizan más de 60 mil muertes, la mayoría mujeres y niños.
