En el bombardeo resultaron heridos familiares del funcionario, incluyendo la muerte de su sobrina
En el bombardeo resultaron heridos familiares del funcionario, incluyendo la muerte de su sobrina

En un bombardeo aéreo ejecutado por fuerzas israelíes en la ciudad de Rafah al Sur de la Franja de Gaza, resultó destruida la residencia de un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Producto del ataque, resultaron heridos familiares del funcionario, incluyendo el asesinato de su sobrina.

“Hace dos días, en medio de un intenso bombardeo en Rafah… la casa de un funcionario (de la OMS) quedó destruida debido a un ataque aéreo en sus inmediaciones; resultó herido, junto con su esposa y un hijo. Su sobrina de 7 años fue asesinada” escribió en X el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Asimismo, directivo de la OMS lamentó la trágica situación, indicando que otros funcionarios de la Organización se han enfrentado a situaciones “similares” en los últimos 7 meses.

En este sentido, Adhanom pidió un alto al fuego, destacando “lo inseguro que es Rafah y toda Gaza”, a la vez, solicitó protección para los civiles y todos los trabajadores humanitarios.

“Atacar a los trabajadores humanitarios y los bienes humanitarios es inaceptable y debe terminar” declaró el secretario general de la ONU, António Guterres, en el contexto de un nuevo ataque israelí contra la sede de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).

Israel intensifica bombardeos en Rafah

El ejército de Israel ha intensificado sus bombardeos, lo que le ha permitido ocupar la zona fronteriza de Gaza, impidiendo las labores de las operaciones humanitarias.

La agresión militar en Rafah avanza luego del rechazo de la propuesta de un cese al fuego por parte de Israel y aceptada por el grupo Hamás.

De acuerdo con El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimó que más de 100,000 personas ya abandonaron Rafah y la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) proyectó esta cifra en más de 110,000.