Pekín y Moscú consolidan su relación “sólida como una roca” frente a intentos de hegemonía global.
Pekín y Moscú consolidan su relación “sólida como una roca” frente a intentos de hegemonía global.

La visita del presidente chino Xi Jinping a Moscú, con motivo del 80.º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, reafirmó la profundidad de la asociación estratégica entre China y Rusia. Así lo declaró el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, al destacar los resultados de la agenda compartida entre ambas potencias.

Durante su estadía del 7 al 10 de mayo, Xi participó en cerca de 20 eventos bilaterales y multilaterales, en los que se abordaron planes de cooperación en áreas clave como la defensa, la economía, la energía y la seguridad internacional. “Esta visita miró atrás, miró hacia el futuro, heredó la amistad y defendió la justicia, y fue un completo éxito”, afirmó Wang.

El canciller subrayó que la relación entre los presidentes Vladímir Putin y Xi Jinping está basada en una “profunda confianza mutua”, construida a lo largo de más de 40 encuentros en los últimos años. Ambas partes reiteraron que se consideran socios prioritarios y se comprometieron a resistir intentos externos de interferencia.

“Mientras China y Rusia se mantengan hombro con hombro y colaboren estrechamente, el orden internacional no será un caos, la justicia mundial no caerá y la política de poder no prevalecerá”, declaró Wang, haciendo énfasis en el rechazo compartido a los modelos unipolares. En ese marco, Xi Jinping reafirmó que la alianza entre ambos países responde a “una lógica histórica clara” y a “una herencia civilizatoria profunda”, y que no podrá ser contenida por presiones externas. Según el gobierno chino, la cooperación con Rusia constituye un pilar para la estabilidad global.