Crisis de confianza sobre la democracia en países occidentales.
Crisis de confianza sobre la democracia en países occidentales.

Encuesta reveló una marcada desconfianza sobre la democracia, entre los ciudadanos de países occidentales donde se llevarán elecciones de cargos públicos en un futuro próximo.

“Nuestro estudio confirma que existe una clara insatisfacción con el funcionamiento de la democracia y la representación en los siete países encuestados (Croacia, Estados Unidos, Francia, Italia, Polonia, Reino Unido y Suecia)”, según la investigación de la empresa Ipsos. 

Además, evidenció: “En todos los países encuestados, la percepción es que la democracia ha decaído en lugar de mejorar en los últimos cinco años, llegando al 73 % en Francia y al 70 % en Estados Unidos”.

Estos resultados reflejan una inquietud generalizada sobre el estado de la democracia en vísperas de elecciones que se llevarán a cabo el próximo año en diversas regiones occidentales, especialmente en los Estados Unidos, donde se elegirá un nuevo presidente.

La encuesta indica que aproximadamente la mitad de las personas expresan insatisfacción con el funcionamiento de la democracia en sus respectivos países, siendo los porcentajes más altos registrados en Estados Unidos (56 %), Francia e Italia (51 %).

Ciudadanos exigen cambios drásticos en el sistema político

Según Ipsos, existe “un respaldo a los principios democráticos como el voto, la búsqueda de consenso y la distribución del poder, a pesar del descontento generalizado hacia un sistema percibido como favorable a los ricos y poderosos”.

Sin embargo, la encuesta revela que, en los siete países evaluados, una parte significativa de la población considera indispensable implementar un cambio drástico para mejorar el sistema político actual de su nación, oscilando desde el 44 % en Suecia hasta el 69 % en Croacia.

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De igual manera, en Estados Unidos el 49 % de los encuestados considera imperativo un cambio radical para mejorar el sistema político vigente en esa nación.

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En los países analizados, la percepción es que la economía está sesgada en favor de los ricos y poderosos, con porcentajes que superan dos tercios en países como Italia (72 %), Reino Unido (71 %), y Francia (69 %), y alrededor de dos tercios en Estados Unidos (67 %) y Croacia (66 %).