En diferentes ciudades nórdicas han instalado bombillos rojos en sistema vial, con el objetivo de proteger a los murciélagos y otras especies en esas zonas. 

La técnica de iluminación está inspirada en la ciudad neerlandesa, Nieuwkoop, ubicada a 43 kilómetros al sur de Ámsterdam, la cual hizo un estudio el cual arrojó que la luz roja era poco visible por animales fotosensibles, como los murciélagos.

Las farolas inteligentes contribuyen en los programas sostenibles y de protección al medio ambiente, preservando a las diferentes especies de murciélagos locales, con un impacto mínimo en su hábitat.

El científico experto en iluminación, Maurice Donners, indicó que las luces blancas o verdes, interfieren en la vida normal de los murciélagos, los cuales están en peligro de extinción.

En este sentido, explicó que las luminarias naranjas o rojas, afectan en menor grado los ciclos habituales y vuelos de estos animales nocturnos.

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En el municipio de Gladsaxe, ubicado a 13 kilómetros de Copenhague, se instalaron estas luces rojas, tratando que las mismas cumplieran con la normativa de brillo de los LED habituales.  

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Un estudio de la Universidad de Wageningen, detalla que las luces rojas emiten una onda más corta, no perturbando la actividad nocturna de los murciélagos, particularmente cuando salan a cazar insectos.