Nicaragua no solo ha establecido el muro de contención más importante contra el narcotráfico en Centroamérica, además, ha convertido un centenar de furgones que trasegaban toneladas de droga, en Clínicas Móviles que se trasladan a los lugares más recónditos del país, para brindar atención médica gratuita.
Este país ubicado en el corazón centroamericano, no se mide cuando de inversión en salud se trata. Todo evidencia que no fue suficiente consolidarse, en los últimos 15 años, como el territorio con la más amplia Red de Infraestructura Hospitalaria Pública en la región, e inició de forma paralela un proceso más profundo y permanente de acercamiento de la asistencia médica a zonas de difícil acceso, así lo destacan representantes del Ministerio de Salud.
Los nicaragüenses innovaron, e ingeniosamente en mayo de 2017, se aprobó la Ley Creadora del Centro Nacional de Clínicas Móviles, garantizando mayor acceso a la salud, y no solo gratuita, sino con altos estándares de calidad para la ciudadanía, con el objetivo principal de realizar un diagnóstico oportuno sobre cualquier padecimiento a los pacientes de las zonas alejadas, para que luego continúen con el seguimiento a través el Modelo de Salud Familiar y Comunitaria consolidado en la nación.
“Es una unidad donde se atiende a la ciudadanía, para determinar ciertas enfermedades por la cuales acuden a su atención; desde donde también se dan atenciones posteriores y remisiones ya sea a Centros de Salud o hospitales, en dependencia de lo que se haya detectado en ese momento”, destacó el director general del Centro Nacional de Clínicas Móviles, Rudy Baca.
El desafío iba más allá de trasladar los equipos técnicos para atender a la población. De manera inédita, el Gobierno presidido por el máximo líder sandinista, Daniel Ortega, prioriza que médicos de las distintas especialidades, se movilicen al frente de las Clínicas Móviles, lo que conlleva una atención integral para miles de nicaragüenses.
Asimismo, Baca, detalló que estas cuentan con tres ambientes, “el primer ambiente, estamos hablando del ambiente de ginecología, donde se hacen PAP, ultrasonidos y exámenes para el corazón; el segundo ambiente estamos hablando para las especialidades, igualmente se hacen ultrasonidos, se hacen exámenes para el corazón para todos los pacientes; y tenemos el ambiente de odontología, que es propiamente para el trabajo bucal de los ciudadanos que requieren esa atención”.
En la comunidad La Mora, en El Tuma-La Dalia, a más de cinco horas de la capital, sus pobladores acuden a una de las decenas de Clínicas Móviles que a diario se distribuyen en el país.
El ciudadano nicaragüense, Joel Martínez, quien acompaña a su esposa embarazada a realizarse un ultrasonido, expresa que “hoy tenemos esa ventaja que vamos a ver cómo está el niño, el feto, cómo va el crecimiento de él, no es lo mismo diez minutos de recorrido para irnos atender con una atención de calidad a tres horas que nos llevábamos antes de tiempo, porque ese era el costo que teníamos que asumir, claro, aparte de económico, del tiempo que se llevaba”.
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Además, Martínez, agrega que “anteriormente, no se veían mucho lo que es ultrasonido para las embarazadas, porque incluso las madres daban a luz en los hogares con parteras que tenían conocimiento empírico”.
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“Según lo que nos cuenta la gente mayor, dicen que (en Nicaragua), había como un desprecio, la gente de alta sociedad, los más adinerados, en otras palabras veían al campesino como alguien bruto, podemos decir, que no tenía derecho ni a opinar”, relató el ciudadano en alusión al pasado que quedó, según sus pobladores, enterrado en Nicaragua.