Un comunicado proveniente de la capital de Corea del Norte, Pionyang, tildó la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a China, como un “vergonzoso viaje para mendigar” una mejora en las relaciones que se han quebrantado con las políticas del presidente, Joe Biden.
El texto publicado por la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés), dicta, con firma de Jong Yong-hak, analista internacional norcoreano, “como dice el refrán, ‘el hombre que hizo el nudo debe desatarlo’”, refiriéndose a las políticas y declaraciones hostiles de Washington contra Pekín.
“También (el gobierno de EEUU) describió al Partido Comunista de China como un demonio y habló mal de la situación de los ‘derechos humanos’ en China. E incluso el jefe ejecutivo de EE. UU., cometió una seria provocación política y militar sin dudarlo al sugerir abiertamente la ‘intervención militar’ de las fuerzas estadounidenses en el tema de Taiwán, el más importante de los principales intereses de China”, detalló el comunicado.
De igual manera, el texto describe cómo el Gobierno de Joe Biden, “preso de la repugnancia hacia el gobierno chino”, “creó problemas en las relaciones bilaterales. Entonces, si respeta los intereses vitales de China y detiene todos los actos hostiles, la razón para el deterioro de los lazos bilaterales ya no existirá”.
La visita de Blinken a China
La llegada de Blinken a China, fue la primera que ha hecho un secretario de Estado de EE.UU. en cinco años. Fue recibido por distintas autoridades del país, e incluso logró reunirse con el mandatario de la nación, Xi Jinping.
Blinken, también solicitó a Pekín, usar su influencia, para evitar que Corea del Norte continúe avanzando en el supuesto desarrollo de armas de destrucción masiva, según informó el mismo secretario.
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Corea del Norte, justifica toda prueba bélica como medidas defensivas ante la posibilidad de ataques de Estados Unidos respaldados por Corea del Sur, quienes llevan a cabo ejercicios militares conjuntos en la península, considerados provocativos por Pyongyang.
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A pesar de las invitaciones al diálogo por parte del Sur y EE.UU., Corea del Norte ha rechazado participar, especialmente después de que el año pasado se retomaran las grandes maniobras combinadas y el despliegue de activos estratégicos estadounidenses en la región; mientras llevaba a cabo numerosas pruebas de proyectiles.
