La peor marca histórica de alertas por deforestación, tras alcanzar en octubre 903.8 kilómetros cuadrados de selva perdidos, registra la Amazonía brasileña, según el Instituto Brasileño de Investigaciones Especiales (INPE), lo que supera en un 3 %, la evaluación del año pasado.
La información se origina desde el Sistema de Detección de Deforestación de la Amazonia Legal en Tiempo Real (Deter), que evidenció 9,994 kilómetros cuadrados de vegetación arrasados, en los primeros 10 meses del año, y que actualmente supera la barrera de 10 mil kilómetros cuadrados.
De acuerdo al organismo de investigaciones, a la cifra devastadora, se le suman casi 5 mil advertencias por deforestación, enviadas por este sistema satelital en tiempo real.
Durante los últimos 4 años, que coinciden con el paso de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil, la deforestación alcanzó niveles que no se miraban desde 2008 y que preocupan a los ecologistas del país y todo el mundo.
«El momento es crucial para la Amazonía, pues de ella depende el clima del mundo y, en consecuencia, la economía, la agricultura y la salud de todos los habitantes de este planeta”, detalló a través de un comunicado André Freitas, de Greenpeace Brasil.
Aún faltan los datos de los dos últimos meses del año, pero con el ritmo registrado hasta el momento, las proyecciones apuntan a que la deforestación en la Amazonía, llegará a un punto de no retorno, si no se procede de manera oportuna.