El uso de las bombas de racismo que Estados Unidos enviaría a Ucrania se encuentra prohibido.

El rechazo a que Estados Unidos envíe miles de bombas de racismo a Ucrania, radica en que estas se encuentran prohibidas por un convenio internacional suscrito por más de cien países, ante los daños colaterales y muertes causadas contra un sinnúmero de civiles, principalmente niños.

Así matan niños las bombas de racimo

Las bombas de racimo de fragmentación, son ejecutadas vía aérea, y al ser lanzadas el dispositivo principal despliega miles de “minibombas”, que se dispersan en un radio de 400 metros. Su poder destructivo, termina matando indiscriminadamente a un número considerado de seres humanos.

Sumado a esto, tienen un rango de falla de entre cinco y 30 %, por tanto muchas bombas pequeñas no detonan, lo que representa un riesgo inminente para la población civil después de finalizar el conflicto, por lo que distintos organismos, registran víctimas colaterales en su amplia mayoría niños y niñas, como ha sucedido en Oriente Medio y otras regiones del mundo.  

Países rechazan suministro de bombas de racismo

Bajo esa premisa, la representante del Ministerio de Defensa de España, Margarita Robles, rechazó categóricamente la decisión de Washington sobre suministrar las bombas de racismo o cluster, hacia Kiev, dejando claro que no hay justificación para proporcionar este tipo de municiones hacia ningún territorio.

“España, desde el compromiso firme que tiene con Ucrania, tiene también un compromiso firme en que determinadas armas y bombas no se pueden entregar en ningún caso”, enfatizó Robles.

Además, argumentó que pese a su apoyo a  Ucrania y respetando las decisiones de Estados Unidos, “España no comparte esta decisión (…), estamos en contra de enviar bombas de racimo”.

Desde la misma perspectiva, Canadá, también rechazó la decisión de la Casa Blanca, ante las graves consecuencias contra la población civil de los artefactos bélicos.

“No apoyamos el uso de municiones de racimo y estamos comprometidos a poner fin a los efectos que tienen las municiones de racimo en la población civil, sobre todo en los niños”, declaró el gobierno canadiense.

Rusia reitera denuncia del involucramiento de EEUU en el conflicto con Ucrania

Desde el anuncio de Estados Unidos, Rusia rechazó el involucramiento de Washington en la prolongación del conflicto, advirtió las graves consecuencias del uso de las bombas de racimo a los civiles, incluso posterior a que finalice cualquier conflicto armado; y enfatizó en que sería resultado del fracaso de la contraofensiva ucraniana.

“La decisión de la Administración de Joe Biden de suministrar municiones de racimo al régimen de Kiev es otra manifestación flagrante del curso agresivo antirruso de Estados Unidos, destinado a prolongar el conflicto en Ucrania y la guerra hasta el último ucraniano”, increpó la alta diplomática de Rusia, María Zajárova.

La portavoz rusa, también detalló sobre las graves consecuencias de las cuales sería cómplice el gobierno norteamericano. “Al suministrar este tipo de bombas a Ucrania, Estados Unidos se convertirá en cómplice en el minado del territorio y será responsable de la pérdida de vidas humanas. (…) Una implicación cada vez más profunda de EEUU y sus satélites en las hostilidades”, aseveró.

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Zajárova advirtió que “la comunidad internacional no tiene derecho a ignorar estos evidentes hechos y debe responder adecuadamente a ellos”. Además, agregó que el envío de esas municiones es “una muestra de impotencia” ante el fracaso de la contraofensiva ucraniana.

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La Convención sobre Municiones en Racimo adoptada en 2008, prohíbe el uso de este tipo de armamento militar en cualquier conflicto bélico.