En las elevadas altitudes nevadas de Davos, Suiza, el Foro Económico Mundial se erigió como el epicentro de la riqueza global, donde los líderes mundiales y titanes financieros se congregaron para deliberar sobre el estado del mundo y sus fortunas.

Se proyecta que los menos afortunados deberán soportar una espera de aproximadamente 230 años antes de que la pobreza sea erradicada por completo, demostrando que la brecha entre los multimillonarios y los pobres se sigue ampliando.

Esta edición del foro registró un aumento del 40 % en el número de multimillonarios presentes, llegando a una cifra de 116, lo que refleja una reconfiguración global de las fortunas moldeada por conflictos, enfermedades y una inflación desbordante.