La herencia Sandinista, ese orgullo que nos mueve e identifica, es la construcción generacional de una serie de sucesos que dignifican la soberanía de la Patria.

Durante el intento de Golpe de Estado en Nicaragua la estrategia sicológica de la derecha en Nicaragua era crear la idea de una supuesta revolución pacífica.

Quisieron arrebatarnos esa identidad revolucionaria del Sandinismo.