El 65.26 % de la población nicaragüense, se abocó a participar en los Comicios Presidenciales y Legislativos 2021
El 65.26 % de la población nicaragüense, se abocó a participar en los Comicios Presidenciales y Legislativos 2021

Nicaragua recientemente vivió sus Elecciones Presidenciales y Legislativas 2021, posicionándose en el ojo del huracán y principal centro de ataques de agencias y medios internacionales. ¿Por qué tanta obsesión de minar mediáticamente este proceso, al punto de sobredimensionar la realidad del país centroamericano? 

Los medios corporativos, enfilaron sus dardos, tratando de construir, desde la retórica “periodística”, una <<deslegitimación>> del proceso electoral nicaragüense, instalando de esta manera una matriz que no precisamente corresponde, ni se vincula, en lo más mínimo, al esquema real de Nicaragua.

¿Que hubo un alto abstencionismo?

En principio, se ha difundido la idea de un amplio abstencionismo en las elecciones de Nicaragua, erigiéndose como uno de las falacias más mediatizadas de los oligopolios comunicacionales; de tal forma, vimos circular titulares como estos: Elecciones en Nicaragua: abstencionismo sería del 81.5 % (República); Abstencionismo de 81.5% (AP, Reuters, Excélsior); El abstencionismo, el duro contendiente que tuvo Ortega (Expreso), entre otros.

Lo cierto es que los estudios e informes emitidos, tras este ejercicio cívico, marcaron cifras extraordinarias. El país centroamericano, obtuvo cerca del 66 % de Participación Ciudadana, el proceso de votación más alto en la historia, en un país donde no es obligatorio votar; esto naturalmente estuvo alentado por un ejercicio rápido, pese al contexto de pandemia.

Sin duda alguna, el ejercicio de votación, se agilizó debido al uso de una Boleta Única, lo que permitió no acumular grandes filas en las 13,459 Juntas Receptoras de Votos (JRV), debidamente habilitadas por el Poder Electoral.

El proceso electoral de Nicaragua, se caracterizó por ser muy ordenado y ágil, contando con el Padrón Electoral más alto en la historia del país.

Además, el proceso de votación se vio positivamente agilizado por los diferentes mecanismos previamente modernizados en Nicaragua, como fue el caso de la Verificación Ciudadana, desarrollada meses antes de la votación (24 y 25 de julio, 2021), y con lo cual se pudo obtener un Padrón Electoral depurado y actualizado: el Padrón Electoral más alto en la historia del país, pasando la barrera de 4.4 millones de ciudadanos y ciudadanas aptos para votar.  

Analistas políticos, destacan que el tiempo promedio de votar, por persona, en elecciones anteriores ha sido de 2 a 3 minutos; mientras que durante las Elecciones Generales 2021, el tiempo ha sido de 1:20 minutos.

Este tiempo de votación por persona, se ha visto más ágil, gracias a la instalación de los Kioscos Electorales, instalados en cada Centro de Votación, y los cuales tuvieron la función de orientar a los votantes que no tenían claro en qué Junta Receptora efectuar su derecho al sufragio.

Foto tomada, el 7 de noviembre, por el periodista de EE.UU., Ben Norton, quien visitó los colegios electorales, constatando que “hubo mucha gente votando”.

¿Que no hubo misiones electorales internacionales?

La narrativa mediática de las corporaciones internacionales, ha tratado de posicionar algunos operadores semánticos, para calificar de una u otra manera las Elecciones en Nicaragua: “Farsa Electoral”, “Elecciones Fake”, “Elecciones ilegítimas”, entre otras. Incluso, han llegado a difundir que el proceso no fue legitimado por misiones u observadores electorales. ¿Qué interés persiguen, estos medios, en tildar o implantar ciertos términos, sobre este proceso?

Ante estos diversos y sesgados enfoques, es válido preguntarse. ¿Quién se encarga de legitimar el proceso electoral de una nación que, ante el Derecho Internacional, goza de independencia, soberanía y autodeterminación? ¿Acaso no es el pueblo mismo, a través de su voto, quien debe elegir y legitimar su propio proceso? Pues resulta que esta mediática, aduce que en Nicaragua no hubo misiones internacionales para “legitimar” las elecciones.

El CSE autorizó la acreditación de 232 Acompañantes Electorales provenientes de 27 países.

Evidentemente y a diferencia de otras elecciones, donde se ha visto una marcada influencia de organismo extranjeros, como la Organización de Estados Americanos (OEA) o el Centro Carter, estas elecciones en Nicaragua han tenido un ribete distinto. Han sido unas elecciones avaladas por la misma ciudadanía, a través del voto: un proceso realmente legítimo y soberano, el cual contó a su vez, con 232 Acompañantes Electorales provenientes de 27 países, debidamente acreditados por el Consejo Supremo Electoral (CSE).

Nicaragua, contó con la presencia de Acompañantes Electorales, incluso, provenientes de aquellos países que, históricamente, han tratado de presionarla, a través de diferentes mecanismos intromisorios.

El Poder Electoral del país centroamericano, acreditó ni más ni menos que a 45 Acompañantes Electorales de Estados Unidos y 15 provenientes de España; pero la lista se amplía a delegaciones de todas partes del mundo, incluyendo representaciones de países miembros de la Unión Europea.

¿Que no dejaron entrar a la prensa extranjera?

La batería de medios corporativos, orquestaron también su mediática, indicando que “Nicaragua cierra las puertas a la prensa internacional de cara a las elecciones” (La Prensa); o bien que “Ortega prohibió el ingreso de la prensa extranjera” (Infobae).

Incluso, organismos como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), conocida ampliamente en el mundo de responder a los intereses de un oligopolio y esquemas de desestabilización, pidió a “Nicaragua permitir labor de la prensa en comicios”.

Más de 600 periodistas nacionales y de otras nacionalidades, fueron acreditados por el Poder Electoral de la nación centroamericana.

Ahora vamos a la otra cara de la moneda. El Poder Electoral de esta nación, acreditó a 600 periodistas nicaragüenses y de otras nacionalidades, quienes el pasado 7 de noviembre, pudieron dar cobertura a todo el proceso electoral que vivió esta nación, desplazándose por los 3,106 Centros de Votación (CV), habilitados.

¿Que fueron unas elecciones sin contendientes?

Con el 75.87 % de los votos, los nicaragüenses, eligieron al Daniel Ortega y Rosario Murillo, como Presidente y Vicepresidenta (2022-2026).

Finalmente, y no menos impresionante, fueron los enfoques que estos medios y agencias de prensa, dieron a los candidatos y candidatas electorales, aduciendo, incluso, que “en Nicaragua no había nada qué elegir”, pasando por inadvertido que, en el concurso electoral, fueron acreditados 15 partidos nacionales y 5 regionales.

En la Boleta Única, figuraron candidatos presidenciales del PLC, FSLN, CCN, ALN, APRE y PLI; sumando a estos, el partido regional, YATAMA, quien corrió para la elección de diputaciones regionales y diputaciones al Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Los medios internacionales que estuvieron en Nicaragua, pudieron constatar el antes, durante y después, la organización, orden y tranquilidad en que se desarrollaron los Comicios Presidenciales y Legislativos, donde la ciudadanía eligió con más del 75.87 % de los votos a la Alianza Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), con un amplio margen, para seguir administrando la gestión pública, durante el próximo quinquenio (2022-2026), según el último informe, emitido por el Consejo Supremo Electoral (CSE).