El Gobierno español rechazó las amenazas por parte de Israel respecto a cerrar el Consulado General de España en Jerusalén, si se mantiene el apoyo del país europeo a Palestina.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha calificado estas amenazas como «provocaciones» y ha exigido el respeto al «estatus histórico» del consulado, creado en 1853, mucho antes de la existencia del Estado de Israel.
En este sentido, Albares recordó que Israel «reconoció y se comprometió» a respetar este estatus histórico, en el marco del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países en 1986.
En este sentido, el Gobierno español reiteró su rechazo a cualquier obstrucción al trabajo normal del Consulado General, amparándose en las Convenciones de Viena sobre relaciones diplomáticas y consulares, de obligado cumplimiento para todos los países.
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El ministro hizo hincapié en la necesidad de poner fin a las hostilidades en la región, que solo conducen al sufrimiento de la población civil, y ha abogado por una solución basada en dos Estados, con Gaza y Cisjordania bajo una única autoridad palestina una vez se produzca el alto el fuego.
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«Es necesario poner fin a las hostilidades que sólo están conduciendo día a día a un sufrimiento insoportable de la población civil y dar pasos hacia una nueva gestión de Gaza», apostilló el ministro, quien además agregó que «tan pronto como callen las armas, Gaza y Cisjordania deben de quedar bajo una única autoridad palestina».
