El Gobierno de Honduras ha establecido estado de excepción en distintas barrios y colonias de Tegucigalpa y San Pedro Sula, como una estrategia para controlar a las pandillas y delincuentes tras un repunte en los casos extorsión, homicidios y secuestros.
En el decreto publicado en el diario oficial de La Gaceta, se detalla el establecimiento del estado de excepción para 89 barrios y colonias de Tegucigalpa y 73 de San Pedro Sula.
“En virtud de la grave perturbación de la paz y la seguridad que prevalecen en las principales ciudades del país ocasionada por grupos criminales organizados se resuelve suspender las garantías establecidas en la Constitución en los artículos 69, 78, 81, 84, 93 (libre circulación) desde el martes 6 de diciembre al 6 de enero”, establece el mandato.
El decreto entra en vigencia de forma inmediata a partir de este 6 de diciembre a las 18H00 hora local, hasta el 6 de enero de 2023.
“La intención es penetrar esas estructuras criminales para llegar a los cabecillas (jefes), y es importante tanto a menores infractores, como personas que delinquen de manera regular con estructuras criminales y de forma independiente”, apuntó el comisionado de la Policía Nacional, Leandro Osorio, citado a través de The Associated Press.
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El decreto de estado de excepción tomó papel protagónico desde el 24 de noviembre, cuando la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, emitió una emergencia a nivel nacional en materia de seguridad.
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Mientras el decreto esté en vigencia, las autoridades podrán detener a todas aquellas personas que se determinen como responsables de asociarse, ejecutar, o tener vinculaciones, en la comisión de delitos.