La crisis en Israel ha generado multitudinarias manifestaciones en contra de las reformas judiciales.
La crisis en Israel ha generado multitudinarias manifestaciones en contra de las reformas judiciales.

Una crisis política se ha desatado en Israel. Multitudinarias manifestaciones se desarrollan, en la búsqueda de frenar una polémica reforma judicial, propuesta por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien también destituyó a su ministro de Defensa, Yoav Gallant.

Ante la ola de protestas, Netanyahu, ha anunciado el aplazamiento del debate de las reformas judiciales hasta el verano, lo que no implica la suspensión de la controvertida propuesta que ha generado las amplias manifestaciones.

“Si hay una oportunidad de evitar una guerra civil a través del diálogo, yo, como primer ministro, me tomo un tiempo para el diálogo”, declaró Netanyahu en  la televisión nacional.

Los líderes de las manifestaciones, también han convocado a una huelga laboral “histórica”, preocupados por el destino de Israel, indicó Arnon Bar-David, quien es jefe del sindicato nacional de Histadrut, por lo que advirtió que es necesario “detener esta locura”, en referencia a las reformas ejecutadas.  

Reforma podría llevar a una mayor crisis política

La reforma judicial, por lo que protestan en Israel, limita los poderes del Tribunal Supremo, otorgando al Gobierno central el dominio de nombrar directamente a los jueces.

En la jornada de protestas, se produjeron varios incendios, en Tel Aviv, la segunda ciudad más grande de esa nación, mientras la Policía trató de disuadir las manifestaciones con gases lacrimógenos y cañones de agua, presentándose varios enfrentamientos; lo que alimentó la tensión.

Los empleados del Aeropuerto Internacional Ben Gurión y los trabajadores del sector Salud, se han unido gradualmente a la huelga, por lo que se espera que en los próximos días la situación sea más crítica en Israel.

Sectores se unen para “cerrar el Estado”

Arnon Bar-David, refirió que hay una preocupación general sobre el destino de Israel, y aseguró que “no se trata de izquierda ni de derecha”, mucho menos de “polarizar a la nación”.

“Todos nos estamos uniendo para cerrar el Estado de Israel”, aseguró, y para lograr los objetivos, anunció que en una escalonada estarán cerrando pistas principales, centros comerciales y fábricas.

La destitución del ministro de Defensa, Yoav Galant, quien no apoya la reforma judicial, agravó aún más la situación, lo que despertó a su vez el rechazo de otros sectores. Se espera que universitarios, médicos y miembros del Ejército se sumen a las huelgas.

Presidente Herzog pide detener reforma

El presidente de Israel, Isaac Herzog, con antelación había realizado un llamado urgente al primer ministro, Benjamin Netanyahu, a detener el proceso legislativo de forma inmediata, y actuar con responsabilidad y valentía, no dando paso a esta reforma judicial.

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“Por el bien de la unidad del pueblo de Israel, por el bien de la responsabilidad necesaria, les pido que detengan el proceso legislativo de inmediato”, expresó Herzog a través de un comunicado.

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El ex primer ministro, Neftalí Bennett, indicó que Israel enfrenta un peligro mayor que ningún otro, desde la guerra del Yom Kippur, en 1973, por lo que esta crisis, pone en riesgo la seguridad, la diplomacia y la economía de esa nación.