La Agencia Espacial Europea (ESA) muestra una nueva mirada al polo norte marciano, un paisaje fascinante donde las vastas dunas de arena se encuentran con capas de hielo polvoriento.
Las imágenes, tomadas por la sonda Mars Express, muestran un terreno ondulado y extenso, con las dunas extendiéndose por kilómetros y elevándose hasta cientos de metros.
Estas imágenes muestran que el área circundante al polo norte marciano, conocida como Planum Boreum, está adornada con diversas capas de polvo fino y hielo de agua de diferentes grosores, extendiéndose a lo largo de aproximadamente 1,000 kilómetros, equivalente a la anchura de Francia o España.
Las capas de hielo, que se acumulan durante el invierno marciano, cubren parcialmente las dunas, creando un contraste único entre el color dorado de la arena y el blanco del hielo.
Estas capas son de gran importancia para la astronomía, ya que proporcionan valiosa información para comprender mejor la historia del planeta rojo, incluyendo cambios climáticos y la formación de sus características superficiales, compuestas por una mezcla de polvo, escarcha y hielo.
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Según el comunicado emitido por la ESA, durante la época de invierno marciano, estas capas se encuentran cubiertas por una fina capa de hielo seco, que desaparece por completo cuando las temperaturas aumentan durante el verano marciano.
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La apariencia rugosa y turbulenta de estas dunas contrasta con el terreno más liso y elevado cercano, que presenta acantilados de unos 20 kilómetros de ancho.