La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunció la existencia de un plan destinado a «destruir» su administración y ejecutar «un nuevo golpe de Estado» en el país.
«El plan para destruir mi Gobierno socialista, democrático y el próximo proceso electoral, está en marcha, las mismas fuerzas oscuras internas y externas de 2009, con la complicidad de la mediática corporativa nacional e internacional, se están reorganizando en nuestro país para asestar un nuevo golpe de Estado, que el pueblo debe repeler», afirmó Castro.
«Injerencismo» de Estados Unidos en Honduras
Xiomara Castro también alertó sobre el riesgo para la «paz y seguridad interna» de la República, haciendo referencia a las recientes «amenazas» de la embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu.
La embajadora estadounidense señaló «vínculos con el narcotráfico» tanto al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Roosevelt Hernández, como al exministro de Defensa, José Manuel Zelaya. La presidenta Castro calificó estas acusaciones de infundadas e injerencistas.
«La injerencia y el intervencionismo de los Estados Unidos, así como su intención de dirigir la política de Honduras a través de su embajada y otros representantes, es intolerable», afirmó Castro, en una declaración anterior.
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En respuesta a las tensiones diplomáticas, el Gobierno hondureño decidió el 28 de agosto «dar por terminado» el tratado bilateral de extradición con Estados Unidos.
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Igualmente, la líder hondureña advirtió que no permitirá que se utilice de manera selectiva el tratado vigente con Estados Unidos para desmantelar las Fuerzas Armadas, derrocar su gobierno, y sabotear las elecciones previstas para 2025.
