La magnitud destructiva de los ataques israelíes en el campo de refugiados de Yabalia, el más grande de Gaza con unos 116 mil albergados, se evidencia en las imágenes satélites del antes y después, que reveló la empresa de tecnología espacial Maxar Technologies.
El centro de refugio fue el objetivo de dos bombardeos ejecutados por el Ejército de Israel, durante dos días continuos, el 31 de octubre y el 1 de noviembre, dejando decenas de civiles palestinos asesinados, incluidos niños; más de un centenar de heridos y muchas personas soterradas bajo los escombros.
El ataque hacia la infraestructura civil de refugiados, violaría los tratados internacionales de las Naciones Unidas, quien, según sus autoridades, los atroces bombardeos podrían ser considerado un crimen de guerra, debido a la proporción de la ofensiva y la cantidad de civiles asesinados.
La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas afirmó que “dado el elevado número de víctimas civiles y la magnitud de la destrucción causada por los ataques aéreos israelíes contra el campo de refugiados de Jabalia, nos preocupa seriamente que se trate de ataques desproporcionados que puedan constituir crímenes de guerra”.
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En ese contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, según declaraciones de su portavoz, “está consternado por la escalada de la violencia en Gaza, incluido el asesinato de palestinos, incluidas mujeres, niños y ataques aéreos israelíes en zonas residenciales del densamente poblado campo de refugiados de Jabalia”.
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Según el más reciente informe emitido por el Ministerio de Salud de Palestina, asciende a más de 9 mil 60 los asesinados, incluido 3,760 niños y 2,326 mujeres, mientras la cifra de heridos es de alrededor de 32 mil personas, sumando, al menos, el registro de 2,600 desaparecidos entre estos 1,150 infantes quienes podrían estar enterrados bajo los escombros de las infraestructuras destruidas.