En una audiencia celebrada en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Israel ha refutado categóricamente las alegaciones de genocidio en Gaza y ha acusado a Sudáfrica de presentar una «imagen fáctica y jurídica profundamente distorsionada» de la realidad de su conflicto en el enclave palestino.
El máximo órgano judicial, responsable de juzgar Estados, está abordando el caso en el que Israel enfrenta acusaciones de genocidio presentadas por Sudáfrica, respaldadas por Brasil, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Turquía, Iraq, Cuba, Irán, Malasia, Pakistán, Bangladesh, Maldivas y Namibia, así como por la totalidad de la Liga Árabe.
A pesar de considerar en un principio boicotear el juicio de la CIJ, Israel ha decidido finalmente participar y ejercer su derecho a la defensa ante la corte.
El portavoz del ministerio de asuntos exteriores israelí, Lior Haiat, defendió la participación en La Haya, afirmando: «No somos culpables». La sentencia de la corte se dará a conocer a finales de enero.
Israel culpa a Hamás del genocidio en Gaza
La defensa israelí inició sus alegatos calificando de «distorsionado» el caso presentado por Sudáfrica y devolviendo la acusación de «genocidio» a Hamás, señalando el ataque del 7 de octubre y proporcionando evidencia visual de las “violaciones” de los derechos humanos cometidas por la organización islamista.
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«Hamás es una organización genocida que busca erradicar a los israelíes y al Estado de Israel», declaró el abogado Malcolm Shaw ante los 17 jueces encargados de determinar si existen suficientes indicios de que se está cometiendo, o se va a cometer, un genocidio en Gaza, lo que llevaría a una orden de cese el fuego cautelar.
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Hasta el momento, la ofensiva llevada a cabo por el ejército israelí ha resultado en la pérdida de más de 23,000 vidas, entre las cuales se encuentran miles de niños y mujeres. Además, se reportan más de 58,900 personas heridas en el enclave palestino.
