Los ataques continuos de Israel contra la población civil palestina, que se extienden por más de un mes, desde el inicio de la nueva fase del conflicto en octubre de 2023, han sumido al enclave palestino en una devastación.

La magnitud destructiva es alarmante. Más de 35,000 toneladas de bombas han sido descargadas en Gaza, equivalente al doble de la potencia explosiva de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima por Estados Unidos.

Las cifras de víctimas son desgarradoras: más de 11,000 personas han perdido la vida, incluyendo más de 4,500 niños y 3,000 mujeres, con aproximadamente 27,500 heridos.