En el contexto de la séptima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), se planteó la necesidad de crear una moneda en común, donde las dos economías más grandes de Sudamérica, Brasil y Argentina, asumirían el plan inicial, apuntando a fortalecer el comercio y disminuir la dependencia del dólar.
La estrategia regional, sin duda alguna, ha generado mucho debate. Mientras Brasil, apuesta por una moneda que se llame “Sur”, la idea es que varias naciones de América Latina, puedan sumarse a esta iniciativa: una divisa que pueda circular en paralelo con las monedas de los países de la región.
La información brindada por el diario británico, Financial Times, pronostica que la unión monetaria representaría cerca del 5 % del Producto Interno Bruto mundial, posicionándose como la segunda más fuerte, seguida del euro, el cual abarca el 14 % del PIB a nivel mundial.
Desde la Casa Rosada, en Buenos Aires, el presidente Lula da Silva, formuló la pregunta: “¿Por qué no intentar crear una moneda común en los países del Mercosur, como se intentó hacer en los países del BRICS?
Emitida la propuesta por el presidente brasileño, Lula da Silva, inmediatamente el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo apoyarla: “Yo anuncio que Venezuela está preparada y apoyamos la iniciativa de crear una moneda latinoamericana y caribeña”.
Los analistas políticos, ven la reciente postura del presidente del Congreso de Colombia, Roy Barreras, como positiva para este proyecto. El legislador, dijo estar a favor que Latinoamérica construya un destino común, que a su vez podría incluir una “sola moneda”, para la integración regional.
La cadena de noticias, RT, entrevistó al politólogo venezolano, Charles Giuseppi, quien opinó sobre este proyecto regional, y dijo que se debe formar en consenso un centro de investigación económica, cuyo objetivo sea “analizar, durante dos años, el cómo, cuándo, dónde y bajo qué condiciones nacerá el sistema común”.
Financial Times, precisa que Sur, como mecanismo de unión monetaria, sería emitido por un Banco Central Suramericano, y la propuesta es que la capitalización inicial la hagan los países miembros, proporcional a la participación que tienen dentro del comercio regional.
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Para el investigador, Francisco Cantamutto, la principal ventaja de esta moneda común, “sería que los intercambios comerciales, no deberían pasar por una tercera moneda; es decir, que se fortalece la autonomía monetaria de los países que integren esta iniciativa”.
El multimillonario, Elon Musk, también celebró la posibilidad de que se concrete este proyecto, y aseguró que “probablemente sea una buena idea”.
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Los asesores económicos de C&T, explicaron que, a diferencia del euro, la moneda común “Sur”, se proyecta como un mecanismo para realizar intercambio comercial sin que se requiera el uso de divisas y no supone reemplazar las monedas locales.