Los gobiernos de Mali y Burkina Faso anunciaron el establecimiento inmediato de restricciones de visado a ciudadanos de Estados Unidos, como respuesta directa a las nuevas imposiciones migratorias decretadas por el presidente Donald Trump.
Las naciones africanas fueron incluidas recientemente en una lista ampliada de prohibición de viajes hacia territorio estadounidense.
Países africanos en defensa de la igualdad soberana
Las autoridades africanas explicaron que la decisión busca garantizar un trato equivalente para los viajeros estadounidenses, aplicando las mismas condiciones que enfrentan sus ciudadanos al intentar ingresar a EE.UU. El enfoque, subrayaron, se basa en el principio de reciprocidad y en la defensa de la igualdad soberana entre Estados.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Mali precisó que los visitantes estadounidenses deberán cumplir “los mismos requisitos y condiciones” exigidos por Washington a los malienses. El comunicado oficial aclaró que las nuevas normas entran en vigor de forma inmediata y no contemplan excepciones.
Por su parte, el Gobierno de Burkina Faso informó que, ante el endurecimiento de las restricciones migratorias estadounidenses, decidió aplicar medidas equivalentes a los ciudadanos de EE.UU. Reafirmó, no obstante, su compromiso con el respeto mutuo, la soberanía nacional y las normas que rigen las relaciones internacionales.
El pasado 16 de diciembre, la Casa Blanca anunció la ampliación de su lista de países con acceso limitado a territorio estadounidense, alegando motivos de seguridad nacional y pública. La reacción de Mali y Burkina Faso marca un nuevo episodio de tensión diplomática derivado de la política migratoria de Washington.
