El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, advirtió que la Ley Senatorial 4 antinmigrante, Ley SB4, promovida por Texas violenta los derechos humanos, por lo que no aceptaría deportaciones bajo ese marco legal.
El mandatario mexicano, descalificó la ley como la medida antinmigrante más drástica en la historia de Estados Unidos. “Estamos en contra de esa ley draconiana, completamente opuesta, contraria a los derechos humanos, una ley deshumanizada por completo” denunció.
En ese sentido, López Obrador, declaró: “Si pretenden deportar, por ejemplo, que no les corresponde, nosotros no aceptaríamos deportaciones, de una vez lo adelanto, del gobierno de Texas y no nos vamos a quedar de brazos cruzados” Advirtió.
Ley SB4 castiga con severas multas y cárcel
La ley antinmigrante SB4 estuvo vigente tan sólo por un día, debido a que los tribunales no lograron ponerse de acuerdo. Su vigencia el 18 de marzo, desencadenó la controversia al momento que la Corte Suprema de la nación norteamericana diera lugar a su ejecución, sin embargo, horas más tarde el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito denegó su aplicación.
Con la entrada en vigencia de la Ley SB4 la policía local y estatal podría arrestar y procesar judicialmente a quienes intenten cruzar la frontera sur, desde México.
La ley SB4 tipifica delitos menores y delitos graves, en los que se pueden incurrir con multas de hasta 2000 dólares o condenas por 20 años de cárcel, lo que ha sido denunciado por distintos organismos defensores de los derechos humanos de los migrantes.
La ley promovida por el gobierno de Greg Abbot, en Texas, viola la Constitución y leyes federales, al interferir en el gobierno con la regulación de la migración, según expresó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
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Abbot dijo que la ley era necesaria, ante la incapacidad de la administración Biden por no cumplir con las leyes federales migratorias, que penalizan el ingreso ilegal al país.
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La aprobación de la ley ha sido cuestionada y criticada por diferentes grupos defensores de derechos humanos, que consideran que la ley podría ser utilizada como una herramienta de xenofobia. En ese contexto, AMLO reafirmó su rechazo al negarse a recibir deportados de Texas.
