A principios de 2023, el bloque económico BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), anunció su intención de introducir una moneda propia con el propósito de reducir su dependencia del dólar estadounidense. Esta decisión tiene el potencial de socavar el poder hegemónico de Estados Unidos en el mundo.
BRICS, que representa alrededor del 40 % de la población mundial y posee una producción económica combinada comparable a la de Estados Unidos, está motivado por la intención de disminuir su dependencia económica y política del dólar estadounidense. Esto se debe a situaciones previas en las que Washington utilizó su moneda como una herramienta geopolítica, lo que ha llevado a una creciente preocupación en estos países.
Asimismo, históricamente, Estados Unidos ha recurrido a las guerras como un medio para fortalecer su economía y su moneda. El complejo militar-industrial estadounidense, que factura cientos de miles de millones de dólares anualmente en tiempos de paz en el país norteamericano, ha sido uno de los recursos utilizados para impulsar la economía. Sin embargo, la decisión de BRICS de buscar una alternativa al dólar podría amenazar este enfoque y plantear interrogantes sobre el futuro del poder económico y geopolítico de Estados Unidos en el escenario global.