Las tensiones entre la OEA y El Salvador se intensificaron, luego que el mandatario, Nayib Bukele, acusara al secretario general del organismo internacional, Luis Almagro, de promover la impunidad a criminales por razones políticas.
Bukele, finalizó rompiendo el acuerdo con la OEA, el cual promovía acciones con la Comisión Internacional contra la Impunidad en la nación centroamericana.