Nicaragua ha condenado enérgicamente los pronunciamientos de la Diócesis Católica de Granada, que en reiteradas ocasiones ha mostrado su defensa al sacerdote, José Leonardo Urbina, quien fue declarado culpable por violar a una niña de 12 años.
Por medio de una nota de prensa, las autoridades del Ministerio de la Familia (MIFAM), exigen una «condena pública y que se pida perdón a las víctimas de la atrocidad machista y perversa de estos personajes», en referencia a clérigos que aprovechándose de sus investiduras cometen abusos sexuales.
En ese sentido, el MIFAM, dio a conocer su rechazo a la posición que ha tomado la Iglesia Católica de Granada, tras defender «inconcebiblemente, a un sacerdote violador», luego que la institución encargada de distribuir justicia en el país centroamericano, le dictaminara sentencia a Urbina.
El documento del ente gubernamental expresa una «profunda preocupación» ante las comunicaciones oficiales de la sede católica granadina. Por lo tanto, han reclamado por «estas expresiones inauditas del obispo y de la Diócesis de Granada».
Una rebeldía a la solicitud del Papa
El reclamo de Nicaragua se da justo cuando el Papa Francisco solicitara «tolerancia cero» para los miembros del clero, que cometen delitos de abuso sexual estando dentro de la misión pastoral.
«Un sacerdote no puede seguir siendo sacerdote si es un abusador», porque lo convierten en un «enfermo o es un criminal», dijo el máximo jerarca de la Iglesia Católica.
Ante este mensaje del Sumo Pontífice, las autoridades del país centroamericano consideraron que la posición de la Curia católica granadina, en «defensa» del sacerdote condenado por violación, es un acto de «rebeldía» frente a la autoridad del Papa Francisco.
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Asimismo, el comunicado de la institución protectora de la Familia, enfatiza que el «Santo Padre exige denunciar a los miles de supuestos sacerdotes y hasta obispos, que han cometido o cometan crímenes contra la dignidad de niños y niñas, en actos terribles de pederastia», calificadas a la vez como «una monstruosidad» por el Papa.
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Nicaragua ha exigido en su comunicado «justicia y reparación, a nombre de las familias nicaragüenses con víctimas de los abusos sexuales y aberraciones» cometidos contra menores de edad y mujeres adultas, por estos «personajes que no pueden ser considerados pastores»
«El Estado nicaragüense defiende y defenderá» a las personas «víctimas de estas brutales y bárbaras acciones», especifica el escrito.