Recientemente, un grupo de 16 países suspendió su financiamiento a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), argumentando presuntos vínculos con la resistencia palestina de Hamás.

Entre estos países se encuentran los principales donantes de la agencia, lo que ha desencadenado una grave crisis que afectará a cientos de miles de refugiados en la Franja de Gaza.

Esta medida, refleja la tendencia de Occidente a asfixiar financieramente a las agencias internacionales que no se alinean con sus intereses, evidenciando una selectividad en la aplicación de la ayuda basada en consideraciones políticas.