Algunos de rodillas, agradeciendo por ser vencedores, y otros alzando sus manos en símbolo de reconocimiento; así los pacientes nicaragüenses que le han ganado la batalla a la Covid-19, celebran la bondad, tras recibir una atención de calidad y calidez del personal médico. Han sido dados de alta, y un renacer les acoge. Un nuevo tiempo, una nueva vida.

Hasta el 23 de junio, Nicaragua se acerca a los 1 mil 500 pacientes recuperados de coronavirus.

Ser agradecido con la vida en tiempos de pandemia, nos vuelve más humanos. Estando en el hospital, esta mujer recibió una gran noticia de parte de los médicos. Su familiar ha sanado. Lo primero que hizo fue demostrar su gesto de gratitud.

En un pasillo del hospital, la mujer dobla sus rodillas, clama y da gracias a Dios y a los médicos por la atención recibida, tras haber visto a su familiar, vencedor de la covid-19.

Con fuerza, superación y la asistencia de los médicos, este paciente de la tercera edad, ha logrado levantarse de su camilla, tras vencer la covid-19.

Minutos después el anciano es llevado por uno de esos ángeles de la salud a reecontrase con su familia, luego de ser dado de alta.

Un paciente dado de alta, causa mucha alegría en cada miembro del personal de salud nicaragüense. Su misión ha sido salvar una vida, pero su corazón se hincha de orgullo, al saber que sí se puede vencer la pandemia.

Un paciente, acompañado de un héroe de la salud, levanta sus manos empuñadas, tras haber sido dado de alta, por vencer al coronavirus. 

Tras una ventanilla de la puerta del hospital, parecía imposible. Pero esta guerrera de la vida, lo dio todo, y salió vencedora. Su mirada serena, recibe un nuevo tiempo.

Este paciente luchó y venció a la pandemia. En la foto, se observa escuchando con atención esas palabras de amor y cuido del personal médico, presentes hasta el final de la batalla. 

Familiares aguardan en una de las salas hospitalarias, siendo asistidos con información oportuna sobre la evolución clínica de los pacientes que sobrellevan la lucha contra la enfermedad.

La vocación e intenso trabajo humanitario que ejerce a diario el personal médico nicaragüense, es realmente loable y digno de admiración. 

La alimentación es clave en el proceso de atención y recuperación de pacientes con covid-19. El personal médico encargado, dispuesto a brindar ayuda humanitaria, selecciona las bandejas de comida, para llevarlas hasta las áreas donde están los pacientes.

Si no fuera por ellos, fuera una batalla desigual. Los médicos son luz, en ese camino oscuro que traza el virus a su paso. Pacientes que han logrado vencer la covid-19, han dado testimonio de cuán imprescindible es nuestro personal médico, para salir vencedores.

El rostro lleno de orgullo y optimismo, de cada miembro del personal del Ministerio de Salud de Nicaragua, al asumir sus tareas, es el motor que mueve la esperanza, ante la batalla contra la pandemia.

A pesar de las largas horas de trabajo, el personal de salud no pierde las esperanzas ni la sonrisas de sus rostros que reflejan la entrega y amor con los pacientes.