El papa Francisco, se reunió con un grupo de sacerdotes y seminaristas aprendices, donde tocó temas delicados como el de la pornografía, que tildó como un “vicio” grave para la sociedad del que no escapan ni siquiera los mismos religiosos.
Francisco, anteriormente ya se había referido a la pornografía como “una amenaza a la salud pública”; en esta ocasión se refirió al tema como un problema de los que poco se hable, pero que afecta a sacerdotes y monjas, además de la comunidad laica en general.
El sumo pontífice, declaró que el acceso a la pornografía representa un riesgo, advirtiendo que “el diablo entra por ahí”, hablando no solo de la “pornografía criminal”, refiriéndose a las aberraciones donde hay abusos de menores; sino también a la que el papa calificó como “pornografía normal”, que ya había tildado en otro momento como «un ataque permanente a la dignidad del hombre y de la mujer».
A un clic de caer en la tentación
Francisco, también defendió los dispositivos tecnológicos por brindarnos muchas facilidades y ayudarnos a “progresar en la vida”, pero advirtió que es un medio que “hay que usar bien” debido a que tienen material que nos corrompe.
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“El corazón puro, el que recibe a Jesús cada día, no puede recibir esta pornografía”, expresó el papa, haciendo el llamado a los seminaristas a eliminar este contenido de sus dispositivos para que “no tengan la tentación entre las manos”.
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El jerarca de la iglesia católica, añadió que la pornografía es un vicio que “debilita el alma” señalando que no es de su gusto hablar tan explícitamente sobre el tema, pero que es consciente de que forma parte de la realidad.
