Distintos países de África se han levantado en contra de los saqueos, imposiciones y dominio de Francia; la política exterior colonial impuesta por la nación europea se desmorona, y ante esto, parlamentarios franceses solicitan una revisión sobre la forma en que se han sostenido los vínculos con los Estados africanos.
A través de una misiva abierta, 94 parlamentarios, increparon al presidente de Francia, Emmanuel Macron, en la que cuestionan el papel del gobierno en los países africanos, previendo un fracaso y la pérdida de la influencia colonial en esos territorios.
“Hoy Níger, ayer Malí, la República Centroafricana, Burkina Faso han rechazado a Francia, a las fuerzas francesas, a las empresas francesas”. A nuestra costa, después del fracaso de la Operación Barkhane, aquí están las milicias Wagner…” cita la carta enviada al mandatario francés
Francia pierde su influencia colonial en África
Pese a las acusaciones y denuncias contra Francia por el descomunal saqueo de recursos naturales, la ocupación militar y la responsabilidad de la extrema pobreza en distintas naciones africanas; en un acostumbrado doble rasero francés, los diputados aseguraron que el grupo militar Wagner eran desconocedores de “los derechos humanos o la democracia, pero perfectamente disponibles para todos los dictadores o líderes que mantienen el poder uniendo a sus poblaciones contra el antiguo poder colonial”.
Además, resaltaron que este movimiento en el África subsahariana se está extendiendo con manifestaciones y actos antifranceses a países considerados cercanos a nosotros, como Costa de Marfil o Senegal.
Los políticos franceses continuaron lamentándose en su misiva: En el norte de África, qué decepciones allí también. El presidente Abdelmadjid Tebboune, que llegó al poder en condiciones difíciles debido al Hirak, sopla caliente y frío, a veces hablando de acercamiento y una visita oficial (regularmente desprogramada) y a veces del «Gran Satán» francés responsable de todos los males del pueblo argelino.
En ese sentido, agregaron que “esta oscilación del péndulo empuja a muchos funcionarios franceses a cuestionar los acuerdos de 1968, que ya no tienen sentido”.
Distintas naciones africanas han rechazado la injerencia de Francia
Asimismo, el escrito detalla que en Marruecos, la dilación francesa en el Sahara (mientras que España y Alemania han reconocido la soberanía marroquí) y la política de equilibrio del Quai d’Orsay con Argelia, “empujan al Palacio Real a buscar socios militares o económicos en otros lugares que no sean París”.
En Túnez, el errático Presidente Kaïs Saïed se dirige alternativamente a los Estados Unidos, a la Unión Europea, al mundo árabe y cada vez menos a Francia, que ya no tiene un papel privilegiado; aseguraron los funcionarios del Estado de Francia.
Los senadores increparon a Macron asegurando que no entienden la evolución de la política francesa en África a nivel militar, sobre la noción de codesarrollo o sobre la cooperación cultural y lingüística. Asimismo, cuestionaron que actualmente “el Francafrique” de ayer es reemplazado por la Rusia militar, por la China económica o la América diplomática. “¿Y qué podemos decir, por desgracia, de la regresión de la Francofonía en relación con la lengua inglesa?”, cuestionaron.
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Además, le recordaron que el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del Senado, y todo el Senado durante un debate sobre la política francesa en África, le alertaron en la primavera.
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“¿No es hora de repensar nuestra visión de África y su vínculo con Francia? Usted ha tenido la intención repetida de hacerlo… Probablemente sea hora, mientras que África, un continente amigo, ya no parece entender a Francia, y cada vez más cuestiona su papel y presencia”, determinaron en su pronunciamiento los parlamentarios.
