El sacerdote Edwin Román es denunciado por ciudadanos de Masaya por extorsión, complicidad ante crímenes de lesa humanidad y por dividir la iglesia católica.

Los pobladores acusan al clérigo por su complicidad en la muerte del oficial de policía, Gabriel de Jesús Vado; además por pedir dinero a cambio de la liberación de ciudadanos torturados en el contexto de las protestas violentas acontecidas en 2018.